Acabo de escuchar, una vez más, una frase de esas que llevo oyendo desde hace muchísimos años: “vivimos en la Sociedad de la Información”. Esta frase suele ir seguida de aquella que dice “la Información es el poder” u otras por el estilo. Frases que vienen a decir que hoy en día tenemos acceso a todo tipo de información y por ello somos unos afortunados. Podemos acceder a toda la información que queramos y con ella conseguimos más sabiduría que Leonardo da Vinci en toda su vida.
Pues bien, yo creo que ese discurso ha quedado obsoleto. Esa “Sociedad de la Información” ha evolucionado hasta mutar a algo distinto. Y lo ha hecho por varios motivos.
En primer lugar, nos hemos dado cuenta de que aquello de “si yo accedo a más información soy más sabio que tú” es completamente falso. No es importante acceder a mucha información sino hacerlo a información de calidad. Por supuesto que esa Sociedad de la Información nos dio acceso a una infinidad de fuentes. Pero, ¿son todas ellas igual de fiables? Y, sobre todo, ¿alguien cree todavía que es posible acceder a TODA la información posible? Por supuesto que no. El que tengamos acceso a más información no debe animarnos a consumirla sin más. Ya nos hemos dado cuenta de esto y ahora somos más selectivos. No apreciamos el acceso a mucha información sino a una información útil.