miércoles, 21 de septiembre de 2011

Colegios construidos con botellas de plástico


En Guatemala sobran botellas y faltan ladrillos. En un país en el que no es fácil construir colegios se amontonan los envases de plásticos en los bordes de las carreteras. Algo falla cuando, por un lado, algo sobra y, por otro, algo falta. La ONG Hug It Forward observó la carencia y observó el exceso. La solución no tenía más remedio que encontrarse en el equilibrio. Habría que hacer colegios con botellas de plástico para sustituir los materiales de construcción que no tenían y eliminar los envases que le sobraban.
La organización empleó una alternativa al ladrillo llamada eco-block que consiste en llenar de residuos inorgánicos las botellas de plástico de bebidas y refrescos. La pieza sustituye al ladrillo como elemento de construcción y, para unir unos con otros, se utiliza una fina capa de cemento.
Hug It Forward, que ya ha levantado una docena de centros educativos, involucra a los niños en la construcción de las escuelas. Ellos recogen los envases PET de las calles y los rellenan con bolsas vacías de patatas fritas y residuos inorgánicos similares.
Es una forma de contribuir a la construcción del colegio y, a la vez, aprender la importancia del reciclaje y el cuidado del medio ambiente.
La organización lo plantea como un proyecto en el que “todos ganan”. El medio ambiente, porque se limpian las calles, el aire y el agua. Los animales, porque les quitan de la boca todos esos plásticos tóxicos que al final se acaban comiendo los perros, gatos, cabras, vacas… Los niños, por la educación que reciben, porque les ayuda a reducir su pobreza y porque les muestra que ellos pueden hacer grandes proyectos. La comunidad, porque todos contribuyen en un reto común y porque mejora la economía local.