Según datos de la ONU (ofrecidos por el Banco Mundial), a finales de 2009, por primera vez, la población mundial residente en ciudades fue superior a la residente en áreas rurales, y la tendencia es seguir aumentando la población urbana.
Está claro que se necesita gestionar más y mejor las ciudades, se necesita más creatividad, más innovación, se necesitan ideas que rompan los moldes actuales de gestión urbana
En este sentido, en los últimos meses hay un nuevo concepto que está arraigando con fuerza en las organizaciones (públicas y privadas) que están relacionadas con la gestión de las ciudades.
Es el concepto de Smart City, un concepto que tiene muchas definiciones en función de qué interpretación se quiera destacar. En la Wikipedia se explica que “A city can be defined as ‘smart’ when investments in human and social capital and traditional (transport) and modern (ICT) communication infrastructure fuel sustainable economic development and a high quality of life, with a wise management of natural resources, through participatory governance.”
Dicho de otra manera, una Smart City es aquella ciudad que su gestión está basada en la gran información en tiempo real que proporcionan las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), dicha información se procesa para poder actuar en función de unos ejes principales.
En el caso del primer Congreso Internacional sobre Smart Cities que se celebrará en Barcelona a finales del próximo mes de noviembre, dichos ejes son:
- Vida y personas.
- Gobierno y financiación.
- Movilidad.
- Energía.
- Medio Ambiente.
- Urbanismo.