12 Demandas

1ª Demanda
Reconocer expresamente y garantizar el derecho humano al agua potable y saneamiento para todos los seres humanos por ser un derecho humano fundamental y, por tanto, un derecho político, económico y social inalienable.



2ª Demanda
Repensar las dinámicas sociales del Norte, donde todavía persisten bolsas de pobreza, y donde el acceso al agua potable y saneamiento no es una realidad para todos.





3ª Demanda
Garantizar las inversiones necesarias tanto en educación como en infraestructuras que aseguren la provisión de unos servicios de agua potable y saneamiento para todas las personas por tratarse de una cuestión de salud y dignidad, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres.



4ª Demanda
Considerar la acción educativa como una estrategia de cambio social: reformar la política y filosofía educativas, para que contemplen la formación obligatoria y continua del profesorado en la cultura de la sostenibilidad, y en concreto del agua, transformando los contenidos curriculares.



5ª Demanda
Poner en marcha estrategias de conservación (sostenibilidad de los ecosistemas) y de gestión de la demanda (ahorro y eficiencia), frente a las tradicionales políticas de oferta centradas en la construcción de grandes presas e infraestructuras hidráulicas, asegurando el cumplimiento efectivo de los derechos legítimos de los pueblos a su territorio y cultura a través de una participación activa en la toma de decisiones.



6ª Demanda
Reconocer institucionalmente la creación de plataformas sociales de diálogo y participación social como mecanismos de prevención y resolución de conflictos.


7ª Demanda
Reconocer el agua como un bien común que no puede ser considerado como una mercancía. La gestión del agua debe realizarse desde el ámbito público, una nueva gestión basada en los principios de una nueva cultura del agua con participación y control social. Por lo tanto pedimos un cambio de rumbo en las políticas de agua para que quede fuera de los acuerdos de la OMC.


8ª Demanda
Condicionar la existencia de nuevos desarrollos urbanísticos, agrarios e industriales, a la disponibilidad de agua y a los nuevos escenarios del cambio climático, integrando estos aspectos en los estudios de impacto ambiental.


9ª Demanda
Reconocer que los desastres no son siempre “naturales”. Son consecuencia directa de determinados modelos insostenibles de desarrollo, que incrementan las condiciones de vulnerabilidad y, por tanto, el riesgo de desastres. En el marco de la gestión de estos riesgos debe priorizarse la prevención, con una sólida base institucional para su implementación a nivel nacional y local, garantizando la participación de la sociedad civil.


10ª Demanda
Introducir mecanismos de ahorro y eficiencia en todos los ámbitos, empezando por instalar, en el plazo de diez años, contadores para todos los usuarios de agua.


11ª Demanda
Establecer para el año 2012 una red mundial de espacios hídricos naturales representativos, incluyendo a las comunidades indígenas y tradicionales, mediante restauraciones ambientales que permitan disponer de agua, pesca, recursos naturales y la biodiversidad perdida, apostando por  la agricultura ecológica.


12ª Demanda
Promover un cambio cultural personal y social que nos lleve al decrecimiento del consumo, incluido el consumo insostenible de agua y energía. Debemos revisar las creencias implícitas en nuestro modelo de consumo a partir de la escucha y de un diálogo real y equitativo con otras cosmovisiones.